lunes, 15 de febrero de 2016

Frases: Un Final Perfecto John Katzenbach



¡Hola chicos!
¿Celebraron San Valentín?¿Qué tal la pasaron?
Yo, en lo personal no lo festejo, pero bueno... A  lo que vine

Hoy vengo a compartirles algunas frases de un gran libro.
Espero que sean de su agrado.



• La muerte no debería ser tan anónima.


• La muerte y los clichés, pensó, van de la mano.          
                                                          
• Sabía que nada era culpa suya totalmente y no obstante tenía la impresión de que todo era por su culpa.

• Lentamente volvió a notar todos sus problemas sobre los hombros y en el corazón.   
                                
• Aquella mañana le había parecido que era imposible sentirse más sola y, de repente, así era como se sentía.                      
                                                                       
• Revivir los momentos era la principal fuente de satisfacción.


• Gran parte de su ser insistía en callar la boca, hubiese pasado lo que hubiese pasado, y dejar que todo volviera inexorablemente a la vida que la había hecho tan feliz. Pero una pequeña parte de su ser se daba cuenta de que no había nada en el mundo más pernicioso que la incertidumbre.

• Siempre hay que decir la máxima verdad posible, para que así las mentiras sean bastante menos reconocibles.      

• Morir de una manera. O morir de otra.

• Siempre hay que pensar en los lectores.
 

 

 

• El temor hace pasar a la clandestinidad a algunas personas. Pero a veces el miedo hace que las personas ignoren el peligro. Es mucho más fácil creer que a uno no le va a pasar nada que pensar que cada vez que respiras puede ser la última de tu vida.

• La euforia y la decepción son como corrientes opuestas en un canal estrecho a medida que cambia la marea. Al igual que el océano se ve obligado por la naturaleza a ir en distintas direcciones, las emociones vienen y van.

• El afecto y la admiración no hicieron sino aumentar el deseo que sentía de matarla.

• No hay nada peor que querer captar un momento y no saber cómo

• La única forma de salir victoriosa es estando sola

• Estaría bien, pensó, poder vivir en mondos inventados en los que controlar los avatares de todos los personajes. Hacer que quien quieras se enamore. Matar a quien quieras. Lograr éxitos o fracasos, estar triste o feliz. Qué lujo tan maravilloso.      
                                         
• No tenía ninguna prisa por llegar a casa. Ya no le parecía un lugar seguro.   
                       
• Tenía muchas ganas de hablar con alguien en ese preciso instante. De repente detestó estar sola, cuando durante muchos años era precisamente lo que había deseado.      
              
• El peligro radica en el viejo cliché: al igual que una mariposa nocturna hace una llama, uno se siente atraído hacia la supuesta víctima.


 

• Los gritos de dolor son como la música.

• Elaborar una cena de cinco estrellas no difiere de esculpir un buen homicidio.

• Tenía la impresión de que el tiempo pasaba de forma irregular, como si cada minuto contuviera una cantidad distinta de segundos que no guardaban relación con los típicos 60.
   
• ¿Qué somos? Somos el producto de nuestras rutinas.

• Es increíble, pensó, cómo un poco de miedo hace que no notes el frío.

• Recuerdos y miedos se habían fundido en un batí burrillo de ansiedad y supo que tenía que hacer algo, pero era incapaz de pensar qué podía ser ese algo.      
                                  
• La ausencia de sonido puede ser peor que cualquier grito.  

• Nada mejor que la muerte para centrar la mente.

• Primero dio un paso, después otro, mientras daba la espalda a todas sus penas.



• Ese es uno de los grandes misterios de matar, pensó. Nuestro lado racional piensa que podemos huir, escondernos, pedir ayuda a los amigos y, de alguna forma, tomar medidas para mantenernos a salvo. Sin embargo nunca lo hacemos.       
                                             
• Es mucho mejor saber qué hacer y no tener que hacerlo, que no saber qué hacer y necesitar hacerlo sin remedio.

• Camina en dirección contraria. Imagina que hay un asesino frente a tu ventana. Oye cosas. Ve cosas. No confíes en nadie, porque si bajas la guardia morirás y, si no la bajas, igual también te matan.

• Le abrumaba la idea de que todas nos enfrentamos con el final algún día, pero es la incertidumbre de último acto lo que hace que las personas sigan tirando.

• Cambia la ecuación y nada es exactamente igual.


• …Pero se quedó unos metros alejada, como si la distancia la mantuviese a salvo de sus recuerdos.  
         
• Cualquiera de los muchos psicólogos a los que me han obligado a ir diría ‘eso es una negación total’, como si dijese algo maravilloso que al instante me enderezaría y me convertiría en una adolescente normal, feliz, equilibrada, como si eso existiese en una parte del mundo. Coges una cosa y le añades otra, combinas una observación con algo que has notado y todo parece que significa algo cuando quizás no sea así.

• A cada paso, la persona que una vez fue iba desapareciendo tras ella. Era igual que dejar una sombra atrás.



Eso es todo por hoy :D
¡No olvides suscribirte y compartir!
Los comentarios me ayudan a mejorar ^-^
♥Saluditos a todos♥

No hay comentarios.:

Publicar un comentario